Costumbre he cogido de ir a pescar con unos amigos. Y este viernes volví a ir, esta vez por la tarde-noche, hasta las 3 de la madrugada. La noche, no fue muy buena, ni para los pescadores que allí estaban, ni para nosotros. Uno de nosotros pescó un besuguillo y un servidor una sarda. Que esta última supimos lo que era gracias a los pescadores que por ahí pululaban.
He aquí una foto del besuguillo y de la sarda recién pescados.
He aquí una foto de los mismos y un rodaballo, ya preparados por mi madre, y listos para meter al horno.
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